lunes, 7 de noviembre de 2022

Poema: "Tuve que aceptar"

 👏👏👏

Excelente poema 


Escrito por una pensadora y Parlamentaria Alemana.


*Y TUVE QUE ACEPTAR...*


         Que No sé Nada  

         Del Tiempo…

         Que es un misterio

         Para Mí

         Y que No comprendo  

         La Eternidad.


Yo tuve que aceptar,


       Que mi cuerpo

       No sería inmortal

       Que él envejecería

       Y un día se acabaría.


Que estamos hechos

de,


    Recuerdos y olvidos;

    Deseos, Memorias,

    Residuos, ruidos,

    Susurros, silencios,

    Días y noches,

    Pequeñas historias

    Y sutiles detalles.


Tuve que aceptar que,


        Todo es pasajero

        Transitorio.


Y tuve que aceptar,


       Que vine al Mundo

       Para hacer algo por él,

       Para tratar de dar

       Lo Mejor de Mí

       Para dejar

       Rastros Positivos

       De mis pasos

       Antes de partir.


Yo tuve que aceptar,


       Que Mis Padres

       No durarían Siempre

       Y que Mis Hijos

       Poco a poco.    

       Escogerían su camino y

       Seguirían ese camino

       Sin Mí.


y tuve que aceptar,


       Que Ellos

       No eran míos,

       Como suponía, y que

       La Libertad de ir y venir

       Es también

       Un Derecho Suyo.


Yo tuve que aceptar,


      Que Todos mis bienes

      Me fueron 

      Confiados en préstamo,

      Que No me pertenecían

      Y que eran tan fugaces

      Como fugaz era

      Mi Propia Existencia

      En la Tierra.


Y tuve que aceptar que,


      Los bienes quedarían

      Para uso de 

      Otras personas

      Cuando Yo,

      Ya No esté por aquí.


Yo tuve que aceptar,


       Que barrer mi acera

       Todos los días

       No me daba garantía

       De que era

       Propiedad mía

       Y que barrerla

       Con tanta Constancia

       Sólo era una 

       Fútil ilusión

       De poseerla.


Yo tuve que aceptar,


       Que lo que llamaba

      “Mi casa” era sólo

       Un techo temporal

       Que un día más,

       Un día menos

       Sería el abrigo terrenal

       De otra Familia.


y tuve que aceptar que,


     Mi apego a las cosas,

     Sólo haría más penosa

     Mi despedida

     Y mi partida.


Yo tuve que aceptar,


      Que los animales

      Que quiero y 

      Los árboles que planté,

      Mis flores y mis aves

      Eran mortales.


Ellos,


      No me pertenecían

      Fue difícil pero

      Tuve que Aceptarlo.


Yo tuve que aceptar,


      Mis fragilidades,

      Mis limitaciones y

      Mi condición

      De ser mortal,

      De ser efímero.


Yo tuve que aceptar,


      Que la Vida

      Continuaría sin Mí

      Y que

      Al cabo de un Tiempo

      Me olvidarían.


Humildemente confieso,


      Que tuve que librar

      Muchas batallas

      Para aceptarlo.


y tuve que aceptar que,


      No sé Nada del Tiempo

      Que es

      Un misterio para Mí.


Que No comprendo,


      La Eternidad y que

      Nada sabemos

      Sobre Ella


Tantas 


       ¡Palabras escritas

       Tanta necesidad de

       Explicar, 

       Entender y

       Comprender este

       Mundo y la Vida

      Que en él Vivimos!


Pero 


        Me rendí y 

        Acepté lo que tenía 

        Que aceptar

        Y así dejé de sufrir.


Deseché, 


          Mi orgullo y

          Mi prepotencia

          Y admití que

          La Naturaleza

          Trata a Todos

          De la misma manera,

          Sin favoritismos.


Yo tuve que,

 

        Desarmarme

        Y abrir mis brazos

        Para reconocer

        La Vida como es.


Reconocer que,


      Todo es transitorio 

      Y que funciona

      Mientras estemos

      Aquí en la Tierra.


         ¡Eso me hizo 

         Reflexionar

         Y Aceptar,

         Y así alcanzar

         La Paz tan soñada!


Que esta

 

   REFLEXIÓN LLEGUE A

   LO MÁS PROFUNDO

   DE TU CORAZÓN,

   Y QUE SE TRANSFORME

   EN CARIDAD Y

   FRATERNIDAD

   QUE TE LLENE DE AMOR

   Y SEAS UN SER CON LUZ  

   PROPIA PERO SIN

   OLVIDAR A TUS

   SERES QUERIDOS. 


     UN GRAN ABRAZO

    DESDE MI CORAZÓN

            AL TUYO.


     “La Vida es un Regalo

        Que se Te da “

miércoles, 4 de agosto de 2021

CONSTRUYAMOS LA CULTURA DE DERECHOS HUMANOS.

  José A. Villafuerte Charca

Lo mejor que ha dado el universo a mis ojos es el ser humano, producto no acabado, imprevisible, infinito, complejo, huraño, consentido, crítico, poco autocrítico, constructor compulsivo, destructor cotidiano y vecino complicado de la naturaleza. Por eso y otras características más que se va descubriendo con el pasar del tiempo, lo hace, mejor dicho, nos hace furtivos ciudadanos de lo formal, consecuentes TRASHUMANTES de la vida misma, del espacio que ocupamos y de las relaciones que construimos con nuestros pares, con el ambiente y con nosotros mismos.

Por eso, con certeza se afirma que todo está en movimiento, en permanente cambio, que nuestra existencia es la luz titilante producida por la confrontación de la materia a diferentes escalas, de las ideas a diferentes intensidades y de los intereses a diferentes magnitudes. Sin embargo, una vez instalados en un cubil con intervención directa o indirecta de los demás, ingresamos a un estado de negación, pensando que lo que somos hoy seguirá siendo mañana. Allí es donde se produce el fenómeno del statu quo, dañino para el hombre, porque lo reduce a una pieza de ajedrez en una partida de principiante, con poca pericia y entusiasmo para ser parte activa del movimiento. Tienen que suceder hecatombes y desastres para “despertar”, desenmascarar la engañosa zona de confort e impulsar el deseo íntimo de cambiar, de mejorar, de superar y de desarrollar.

En medio de ese clima cambiante, a veces tormentoso, a veces apacible,  a veces reticente al cambio,  a veces revolucionario,  a veces  resignado,  a veces indignado, a veces organizado y a veces anárquico, hemos ido construyendo nuestras formas de sobrevivencia, nuestras culturas.

Con el tiempo, hemos tomando nota que solo somos nosotros, que por el momento no hay visitantes de otros mundos y que la tierra es la única casa habitable. Entonces, se va consensuando grandes normas de convivencia, probablemente para no hacernos daño. Primero las costumbres, que se cumplen por imitación, luego las normas morales que se cumplen por persuasión y   posteriormente las normas jurídicas que se cumplen por imposición estatal. Hay, sin embargo, unas normas de gran fuerza, importancia y valía, que hemos ido construyendo con el andar de nuestros días, reglas que se van universalizando y perennizando, porque está probado que su existencia, su rescate por el derecho, su vigencia real por nuestra acción humana, sirve para sobrevivir en situación de crisis y para vivir bien en situación de sosiego, me estoy refiriendo a los DERECHOS HUMANOS. 

El hombre permanentemente crea sus derechos y sus deberes, intentando organizar su convivencia y buscando estabilizar sus relaciones interpersonales. Es una tarea compleja, porque así como creamos relaciones, también las destruimos, motivados por el interés de satisfacer necesidades materiales o inmateriales, creando escenarios de permanente confrontación, a nivel familiar, de clase, cultural o nacional; a tal punto, que ponemos en riesgo nuestra especie. Por eso, tuvimos que recapacitar e imponernos la gran concertación, descubriendo y elevando a categoría superlativa normas máximas cuya vigencia garantice nuestra vida como seres humanos. 

No todas las culturas, naciones o estados están convencidos de la necesidad   de la vigencia de estos derechos con el gran objetivo de proteger la vida en general. Esa situación genera desequilibrios de diferentes características, promovidos por diferentes actores. Estando así las cosas, corresponde persuadir a la humanidad de su validez y urgente observancia. 

Ahora bien, abordar conceptualmente los derechos humanos y persuadir al sujeto de derecho para su  práctica, son actividades complejas, porque se debe transitar por los predios de la ética, la política, el derecho, la economía, la sociología, la psicología, la antropología y, sobre todo, la práctica social. Sin embargo, no es un asunto privativo de las élites científicas, de los constitucionalistas, de los organismos públicos o privados de defensa de los derechos humanos o de las minorías organizadas, no; es un asunto de todos sin excepción, porque todos estamos involucrados en la construcción de nuestras culturas, del proceso de mestizaje y convivencia entre ellas. Se trata de ir edificando una civilización con libertades y conducta social solidaria; así como sembrar la semilla de una  cultura política democrática en los asuntos del Estado.

Es un gran rento el que nos reúne. Involucrémonos. Aprovechemos nuestra condición de trashumantes para predicar la valía de nuestros derechos de una cultura a otra, de un territorio a otro, de un género a otro, de una generación a otra y de una nacionalidad a otra.  

A través de esta columna, me sumo como un obrero más en la construcción de la cultura de DERECHOS HUMANOS. 

Poema: "Tuve que aceptar"

 👏👏👏 Excelente poema  Escrito por una pensadora y Parlamentaria Alemana. *Y TUVE QUE ACEPTAR...*          Que No sé Nada            Del T...